13. Noviembre.2014
10:55pm
Y llego la hora de parar definitivamente, de dejar de mirarte de dos maneras diferentes.
De quererme un poco más y dejarte otro poco a ti, de alejarme de tus manos, de tus labios y tus caricias. De olvidar aquellos besos no dados y alejar esos pensamientos de mi ser.
Me canse de hacerme dañó, de no escuchar y no ver tus actos y tus palabras como algo que me lastiman -aunque sea la verdad-.
Me canse de mirar por la ventana y llorar cuando el cielo llora porque decidiste que no era suficiente.
Me he cansado de seguirte como un perrito faldero y ver como tus amigos se burlan de mi y tu no haces nada.
Me he cansado de perdonar cada error que cometes aunque sean engaños.
Me he cansado de ir a verte y que me saques de tu casa con excusas, ver como tu madre agacha la cabeza mientras suelta alguna lágrima silenciosa al ver el patán que tiene como hijo.
Me he cansado de enviarte mensajes y que los ignores o me contestes con una mala palabra entre líneas, para escribirme una vez cada semana que me amas y que por favor te perdone-ya que no eres capaz ni siquiera de decírmelo a la cara-.
Me canse de tantas cosas, pero aún más me canse de mi misma. Me canse de ser yo la estúpida que está tras un hombre que no la ama, que la utiliza. Una mujer que ha dado y daría aún más por un hombre que prefiere estar con tres y cuatro mujeres a estar sólo con una. Conmigo.
Finalmente abrí los ojos y me di cuenta que no mereces nada de mi, no mereces respirar cerca de donde yo estoy.
Me lastimaste prometiendo me el cielo completo para engañarme tan sólo al mes. Ahora la que te va a engañar seré yo. Te diré que aún te quiero, pero dejare de quererte cueste lo que cueste.
Esa será mi venganza. Dejar de quererte.
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